Besos pero esta vez, no son robados.... son compartidos....
Nos reunimos, por fin, cuanto lo ansiaba, tú y yo, solos, sin miradas curiosas, sin nadie que nos juzgara, preferí mantener mi cordura, me invitaste, te rechace, nos sentamos.
Te interesaste en la razón de mis lagrimas cuando conversamos horas antes, estalle en lagrimas y sollozos que tus brazos supieron calmar sin demora, un beso eterno supo ser cómplices de mis lagrimas.
Tratando de mantener mi cordura, mi maldita cordura, te hice a un lado, te dije que si volvías a hacerlo me iría sin pensarlo dos veces, un sin fin de disparates que creo ni yo me creí, sin embargo respetaste tu pacto de caballero al menos por unos 5 minutos.
Me besaste, te bese, trate de pararte un millón de veces, lo hacia, pero nuevamente caía rendida ante tus encantos, entre beso y beso y medias palabras, se nos fue la noche.
Me subiste al cielo, me hiciste viajar entre nubes, me hiciste hacer lo que quería aunque ni yo lo reconocía.
Un fuerte golpe me hizo bajar del cielo, la caída fue tan fuerte para ambos que no nos quedo de otra que llorar, quitarnos la careta por un instante y llorar.
Te sentía tan mío, tan indefenso, eras como un niño, nos abrazamos dulcemente, nos secamos las lagrimas el uno al otro, nos besamos esta vez con la intensidad de dos personas que no querían separarse pero que les había llegado la hora, sabiendo que quizá jamás volvería a pasar nada parecido.
Eran innecesarias las palabras, nuestras miradas lo decían todo, nuestras almas se comunicaban entre ellas, sin darnos cuenta.
Éramos cómplices mutuos, éramos tan nuestros en ese instante, sentí como latía tu corazón al estrecharme contra tu pecho, tus brazos me rodeaban y te sentía temblar junto a mi, tus ojos me decían tanto en ese momento. Era mágico
Intentos fallidos de una despedida necesaria, pero involuntaria, besos y lagrimas eran uno solo, disculpas, confidencias de sueños, de anhelos, de logros, de frustraciones, confesión de realidades, hubo mas besos entre una cosa y otra, acompañados claro del salado sabor de las lagrimas.
Así fue, cuando casi 1 hora mas tarde, decidí pararme, besarte como me pediste tantas veces que te besara, decirte, gracias, y marcharme.
Mi celular sonó, eras tu, aun estabas en el mismo sitio sentado, esperando a que regresara....
Te interesaste en la razón de mis lagrimas cuando conversamos horas antes, estalle en lagrimas y sollozos que tus brazos supieron calmar sin demora, un beso eterno supo ser cómplices de mis lagrimas.
Tratando de mantener mi cordura, mi maldita cordura, te hice a un lado, te dije que si volvías a hacerlo me iría sin pensarlo dos veces, un sin fin de disparates que creo ni yo me creí, sin embargo respetaste tu pacto de caballero al menos por unos 5 minutos.
Me besaste, te bese, trate de pararte un millón de veces, lo hacia, pero nuevamente caía rendida ante tus encantos, entre beso y beso y medias palabras, se nos fue la noche.
Me subiste al cielo, me hiciste viajar entre nubes, me hiciste hacer lo que quería aunque ni yo lo reconocía.
Un fuerte golpe me hizo bajar del cielo, la caída fue tan fuerte para ambos que no nos quedo de otra que llorar, quitarnos la careta por un instante y llorar.
Te sentía tan mío, tan indefenso, eras como un niño, nos abrazamos dulcemente, nos secamos las lagrimas el uno al otro, nos besamos esta vez con la intensidad de dos personas que no querían separarse pero que les había llegado la hora, sabiendo que quizá jamás volvería a pasar nada parecido.
Eran innecesarias las palabras, nuestras miradas lo decían todo, nuestras almas se comunicaban entre ellas, sin darnos cuenta.
Éramos cómplices mutuos, éramos tan nuestros en ese instante, sentí como latía tu corazón al estrecharme contra tu pecho, tus brazos me rodeaban y te sentía temblar junto a mi, tus ojos me decían tanto en ese momento. Era mágico
Intentos fallidos de una despedida necesaria, pero involuntaria, besos y lagrimas eran uno solo, disculpas, confidencias de sueños, de anhelos, de logros, de frustraciones, confesión de realidades, hubo mas besos entre una cosa y otra, acompañados claro del salado sabor de las lagrimas.
Así fue, cuando casi 1 hora mas tarde, decidí pararme, besarte como me pediste tantas veces que te besara, decirte, gracias, y marcharme.
Mi celular sonó, eras tu, aun estabas en el mismo sitio sentado, esperando a que regresara....
6 Comments:
Wow, me dejaste pegado a la pantalla hasta el final. Bastante interesante la tercera parte de este relato. ¿Habra continuacion?
By Demetrix, at viernes, agosto 25, 2006 10:23:00 p. m.
jejejeje Demetrix GRACIAS, por tus palabras, por tu fidelidad, por tu espontaneidad, sinceridad, interes, me encanta que te guste. Y si hay una parte final, espero qeu igual te guste.
Un abrazo
By Thalía y/o Melpómene, at sábado, agosto 26, 2006 12:14:00 a. m.
con este aguacero y lo dejaste ahí? mala mala mala...gracias por tus coments...nos vemos en el coroblog
By alfonso, at lunes, agosto 28, 2006 8:58:00 a. m.
jejejeje grax angel esa es la idea jiji.
aaaalfonso carambolas, cuanto tiempo sin saber de ti,(por mi blog) ya era hora jejeje. Gracias por pasar por aqui.
haremos lo posible por estar por alla jejeje. un beso
By Thalía y/o Melpómene, at lunes, agosto 28, 2006 4:40:00 p. m.
los besos robados siempre nos dejan pensando.....deseando, sabes me encanta como escribes te lo habia dicho ya me puse al dia, jj
By Haymet, at jueves, agosto 31, 2006 11:32:00 a. m.
Lunatica, que bueno que volviste, ya se te extranaba por aqui, no nos dejes por tanto tiempo.
Gracias por tus palabras siempre tan lindas. un abrazo
By Thalía y/o Melpómene, at jueves, agosto 31, 2006 12:03:00 p. m.
Publicar un comentario
<< Home